Vuelve la Muestra de Dulzaina "Ciudad de Segovia".
Domingo 17 de octubre, a las 19h. en el Teatro Juan Bravo.
Las entradas serán a favor de Cáritas Segovia, y podéis comprarlas a través de este enlace.
La historia de la dulzaina en la familia Abeytua comienza con Abundio Abeytua, un pastor cuya afición por la música hizo que en torno a 1865 sus padres le comprasen una dulzaina de Boj. Así, Abundio, con muy pocos conocimientos musicales, comenzó a tocar la dulzaina y a acompañar las fiestas de diferentes pueblos riojanos encontrándose noticias de esto a partir de 1898. A él lo siguió su hijo Urbano Abeytua, el cual desde niño recibió clases de solfeo, guitarra, violín y clarinete. En sus actuaciones como dulzainero, Urbano acompañó a varios grupos de danzas, lo que le llevó a realizar varios viajes por el extranjero (Inglaterra, Argentina...). En estos viajes, así como en sus actuaciones en los diversos pueblos, era habitual verlo acompañado a la caja por sus hijos Serafín y Andrés. Tras la muerte de Urbano fue su hijo Serafín Abeytua quien siguió con la tradición familiar.
Éste realizó su primera actuación a los 7 años en Luezas de Cameros. Además del tambor y la dulzaina, Serafín aprendió a tocar la guitarra, el clarinete y el saxofón, primero acudiendo a Logroño a
recibir clases a la grupa de un caballo y posteriormente en Madrid.
Serafín realizó una importante labor investigadora recuperando o colaborando en la recuperación de diferentes danzas y trascribiendo las danzas de más de 50 pueblos riojanos y de canciones que él oía en sus actuaciones por la geografía riojana o recordaba de su infancia. Serafín también fue un incansable compositor que dejó como legado infinidad de pasacalles, dianas, polkas, mazurcas, marchas de procesión y rapsodias sobre temas del folklore riojano.
Todo este trabajo, unido a los diferentes premios recibidos en certámenes de dulzaina tanto regionales como nacionales en la década de los 50 y 60 y su labor como acompañante de diferentes
grupos de danzas riojanos le valió numerosos reconocimientos. Entre ellos podemos destacar el que le hizo la asociación cultural La gaita de Laguardia en 1980, su pueblo natal en 1984, la Asociación
Cultural Amigos de la Dulzaina de Burgos en 1991, el llevado a cabo por el gobierno de La Rioja en 1995 o diferentes ayuntamientos y grupos de danzas riojanos.
En la actualidad los encargados de seguir con la saga de los Abeytua, son sus nietos Rafael y Ángel Sáenz Abeytua y María y Santiago Ruiz Abeytua y sus biznietos Isabel y Pablo Sáenz Villareal,
siendo en la actualidad unos de los poquísimos dulzaineros riojanos que mantienen la tradición de la dulzaina castellana en La Rioja. Estos continúan con la tradición familiar, acompañando a
numerosos grupos de danzas regionales o participando en procesiones, romerías y fiestas de varias localidades riojanas, así como en cualquier acto para el que son requeridos.
La Orquestina de la abuela Pina
Es un grupo creado en el año 2015 con el objetivo de rescatar partituras, muchas de ellas de banda de música y otras de antiguas orquestas, de décadas pasadas. El nombre quiere ser un homenaje a aquellas personas, como Agripina Benito “Pina”, abuela de los hermanos Ramos componentes del grupo, que vivieron una época de grandes cambios, y que de alguna manera supieron acoger lo nuevo y mantener lo viejo. Alfredo, Ricardo, Luis, Rubén y Jorge, recrean lo que pudo ser una pequeña banda u orquestina de antaño, de las que sonaron aproximadamente desde el S. XIX, hasta prácticamente la década de los 70 del siglo XX.
Estas agrupaciones surgieron de la necesidad de adaptación y modernización por parte de los músicos que, tradicionalmente, habían empapado y acompañado con sus melodías y ritmos las fiestas de las localidades. Muchos de esos dulzaineros, de primeros-mediados de siglo XX, compaginaron la dulzaina con saxofones, acordeones, clarinetes, batería, trompetas,… creando orquestinas con las cuales mantener su oficio de músicos y dar gusto a las nuevas modas musicales.
Así, a lo largo de los años al repertorio tradicional de la dulzaina, (dianas, reboladas, danzas, paloteos, fandangos, seguidillas, bailes corridos,…) se fueron imponiendo y uniendo otros estilos
musicales en los bailes. Nos referimos a los ritmos de moda como las polkas, pericones, mazurcas, chotis, vals, habaneras, baiaos, cumbias, tangos, fox trots, sambas, pasodobles, rumbas, garrotín,
tanguillos, fandanguillos, boleros…, que fueron poco a poco tomando protagonismo y aportaron un toque de modernidad y revolución en cuanto a lo que supuso el baile agarrado.
El repertorio de la Orquestina de la abuela Pina refleja las canciones, bailes y ritmos que en su día fueron rabiosamente modernos y que nutrían el repertorio tanto de bandas municipales y orquestas,
como de los músicos tradicionales. Escucharlos es como hacer un viaje en el tiempo con la música como vehículo conductor.
Ars Amandi Ars Amandi es un grupo español de folk-metal. Son precursores del denominado "rock castellano", género musical que mezcla el rock con elementos del folklore castellano, como son la dulzaina y el pito castellano.
Este grupo nace con idea de fusionar el rock con instrumentos tradicionales de viento como la dulzaina o el pito castellano, pasan a formar parte de un disco de rock. El nombre de la banda proviene de la obra Ars Amandi, un poema didáctico sobre el amor escrito por Ovidio en el año 2 a. C.
En un primer momento el grupo surge en el barrio madrileño de Carabanchel, como muchas veces pasa con otros grupos, con el objetivo de versionar canciones y disfrutar de la música con los amigos. Sin embargo, en octubre de 1996, Dani Aller decide fundar Ars Amandi. Dani Aller tocaba instrumentos de viento como la dulzaina o el pito castellano desde el colegio, y decidió incorporarlos en las canciones. Tras sufrir los típicos avatares de ajustes en su alineación, comienzan sus escarceos por los escenarios, así como la grabación de su maqueta presentación.
Con la formación plenamente definida graban, entre abril y mayo de 2001, una demo que contiene unos temas que les conduce a firmar un contrato discográfico en el año 2003, en el que graban su primer disco Autóctono, con gran acogida por parte del público y de la prensa, que los catalogó como los pioneros del rock castellano.
Tan solo un año después publican su segundo álbum llamado En tierra firme el grupo completó un gran 2004, consolidándose en la primera división del Rock Nacional. Con el siguiente disco Camino al destino la banda evoluciona hacia sonidos más duros, motivo por el cual la prensa no aceptó tan bien este trabajo.
Desterrado entre sueños es el nombre del cuarto disco, grabado en el 2006 y aunque desde que empezaron su andadura han pasado por la banda diferentes componentes, en este disco se conjuga el
habitual sonido del grupo incluyendo innovadores instrumentos, como la gaita o la quena y consiguen ahondar en su faceta más folk sin descuidar la fuerza de anteriores lanzamientos.
Consolidan su trayectoria con los dos trabajos siguientes: El rincón de los deseos y El arte de amar. Y hace tan solo dos años, en el 2019, salió su último disco llamado En tierra de castillos.